sábado, 10 de febrero de 2007

10 pasos hasta el éxito

Nacido para el éxito

10 pasos hasta el éxito

La tantas veces repetida frase “nacido para el éxito” no responde a la realidad ni a la verdad histórica. Cada uno de nosotros posee el germen y el potencial necesario para alcanzar las cotas de éxito que se fije, siempre cuando se concentre en los 10 factores que realmente cuentan.

Dr. Claudio L. Soriano, Director Ejecutivo de RGPymes.com, portal de recursos para potenciar la eficacia y eficiencia de las Pymes hispanoamericanas miembro de SaberPlus, S.L.

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Los 10 factores del éxito

1.

Auto motivación

2.

Objetivos

3.

Compromiso

4.

Concentración de los recursos

5.

Vigilancia

6.

Control y seguimiento

7.

Perseverancia y coherencia

8.

Creatividad e innovación

9.

Adaptación y flexibilidad

10.

Conocimientos y experiencia

Desde hace más de mil años, los observadores y estudiosos de los comportamientos sociales se han venido preguntando por qué algunas personas alcanzan el éxito y otras no. ¿Cómo son las personas que lo logran? En otras palabras, ¿qué características personales distinguen a las personas que se consideran “de éxito”? Durante siglos, la atención se centró en los grandes líderes políticos, los militares que llegaban a los escalafones más altos y eran admirados por toda la sociedad, los deportistas que realizaban hazañas nunca vistas.

Más adelante, con el advenimiento de la revolución industrial y el posterior desarrollo exponencial del mundo empresarial, esa curiosidad se extendió también al sector de los hombres y mujeres de empresa. Desde entonces, son cientos los estudios que se han hecho al respecto.

Haciendo un compendio resumido de los principales hallazgos de esos estudios, podemos señalar los 10 factores más importantes que a lo largo de la historia han demostrado ser los más influyentes y destacados en la personalidad de los "grandes" hombres y mujeres de todos los tiempos. Veamos cada uno de ellos, con una breve explicación.

Auto-motivación

La voluntad propia e intrínseca de actuar con decisión sin necesidad de ser "empujados" ni estimulados; la capacidad de actuar sin necesidad de ser supervisados continuamente; la fuerza interior que permite ir hacia adelante de forma autónoma e independiente sin más combustible que el propio entusiasmo.

Objetivos

Disponer y auto-imponerse metas claras y precisas y una creencia absoluta en ellas y en la bondad de las mismas; habilidad para gestionar eficaz y coherentemente metas con diferentes tiempos de cumplimiento: micro-metas, metas a corto, medio y largo plazo.

Compromiso

Adhesión y entrega total a una idea (derivada del o los objetivos y metas) y la decisión de hacer todo lo necesario para convertirla en una realidad; comprometerse consigo mismo al logro de esa idea, estando dispuestos a dedicarle el cien por ciento de todos sus esfuerzos personales.

Concentración de los recursos

En vez de pretender alcanzar diferentes resultados al mismo tiempo, todos los recursos disponibles lo concentran y orientan en función del o los objetivos; las metas actúan como camisas de fuerza que impiden movimientos fuera del cauce preestablecido.

Vigilancia

Observación constante de todo cuanto acontece en el entorno y determinación de la forma como esos acontecimientos afectarán el logro de sus objetivos; las personas de éxito reconocen que todo en la vida está, directa o indirectamente, relacionado y saben discriminar e identificar aquellos eventos que pueden tener un impacto mayor en sus objetivos y metas.

Control y seguimiento

Observación continua de los propios progresos y avances hacia el logro de los objetivos y adopción, en caso necesario, de las medidas correctoras necesarias para reorientar sus actividades y planes; aplicación constante del principio que señala que “lo que no se puede medir, no se puede controlar” respecto al curso que siguen hacia el logro de sus objetivos y metas.

Perseverancia y coherencia

Reconocer que las metas no se logran en un día; dedicar el tiempo necesario, sin desmayos ni titubeos, hasta alcanzar el objetivo fijado; realizar un equilibrio constante entre sus objetivos, metas y actividades, con el fin de que los mismos sean siempre coherentes entre sí, nunca divergentes u opuestos o que entren en “ruta de colisión”.

Creatividad e innovación

Capacidad para crear visiones, misiones y situaciones nuevas y disposición a implantarlas en su propia vida y en sus entornos de influencia; inexistencia de temores y prejuicios ante lo nuevo, aunque los demás lo consideren “revolucionario”.

Adaptación y flexibilidad

Capacidad para modificar con rapidez y eficacia los comportamientos propios en función de las situaciones cambiantes del entorno y de las personas y situaciones que le rodean; mantienen sus objetivos firmemente, pero no se empecinan en el camino equivocado; saben, incluso, si es necesario, dar marcha atrás.

Conocimientos y experiencia

Reunir la mayor cantidad posible de información, ideas, aportes intelectuales y "vivencias" personales capaces de enriquecer el caudal personal de conocimientos y experiencias, tanto sobre el área específica de los objetivos como respecto a todas las áreas y asuntos que estén relacionados con los mismos; las personas de éxito se reciclan constantemente: cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo.

Un ejemplo

Posiblemente, el mejor ejemplo que podemos señalar, quizá extremo, pero bastante descriptivo, es el de un político en campaña electoral; más aún si su objetivo es alcanzar la presidencia del gobierno de su país. Desde el momento en que lanza su candidatura (o antes) y durante los siguientes meses, todo cuanto hace o deja de hacer el candidato es en función única del logro de su objetivo: la presidencia. La forma como habla, como camina, como sonríe, con quien y dónde habla, las fotografías que se toma, la forma de vestirse, las reuniones que realiza, los contactos que hace, su agenda diaria, a la hora que se acuesta y a la que se levanta, lo que come (o deja de comer), todo cuanto piensa y hace las 24 horas del día gira alrededor de ese objetivo. Y nos atreveríamos a afirmar que el candidato que no lo hace así no logra su objetivo, al menos en la forma como están organizadas las contiendas electores en la mayoría de los países democráticos que existen en la actualidad.

Una observación y una buena noticia

Respecto a la lista de los 10 factores antes descritos, debemos hacer dos apuntes importantes:

En primer lugar, el orden en que hemos expuesto los factores no necesariamente reflejan un orden de importancia. La prioridad e importancia de cada factor dependerá de la persona, el entorno en que se mueve, el tipo de objetivo fijado e incluso, de la situación específica en cada momento.

En segundo lugar, una observación que es también una buena noticia:

Todos los estudios indican que esas características o cualidades personales no son innatas y que, en consecuencia, pueden ser aprendidas, fortalecidas y desarrolladas a voluntad.

Eso quiere decir que la frase "nacido para el éxito" es incierta. Todos podemos, si nos lo proponemos con suficiente decisión, desarrollar y perfeccionar todos y cada uno de esos 10 factores.

Para lograrlo, ¿cuáles podrían ser sus primeros pasos?

•Primero: organice su vida en función de alcanzar el éxito (ver Cómo organizar su vida.

• Segundo: convierta el logro del éxito en su proyecto personal (ver El arte de administrar proyectos y Claves para administrar proyectos.

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